LA OLA DEL ESPIRITU
Gen. 1:1-2
“Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. 2 La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas.”
La misma Palabra de Dios comienza hablando de un movimiento continuo y constante…uno que tenía como tarea no solo visitar, sino también tocar y transformar todo el caos que existía. Aquí encontramos evidencia del propósito del Espíritu de Dios no solo en la tierra, sino también en nuestras vidas. Al igual que la tierra se encontraba desordenada, nuestras vidas humanas sin una relación con Dios se encuentran de la misma manera. Se necesita el movimiento del Espíritu de Dios para que con cada pasada vayamos siendo cambiados.
Los científicos han encontrado fósiles y resultados impresionantes del movimiento continuo sobre rocas y piedras... si vemos el Gran Cañón en Arizona, vemos estructuras impresionantes que tienen miles de años, sin embargo fueron formadas por niveles de agua que "iban y venían" a través del tiempo...
Hablar de la "Ola del Espíritu" es realzar el movimiento de Dios por medio de Su Espíritu en nuestras vidas. Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos....Su Espíritu sigue obrando en la tierra y en nuestras vidas.
El mismo Jesús dijo: Juan 14:16-17 "Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro *Consolador para que los acompañe siempre: 17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes."
Luego dice en Juan 16:7-15 " Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el *Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; 9 en cuanto al pecado, porque no creen en mí; 10 en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; 11 y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado. 12 »Muchas cosas me quedan aún por decirles, que por ahora no podrían soportar. 13 Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir. 14 Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes. 15 Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes."
La "Ola del Espíritu" nos conviene, porque nos lleva a conocer el consuelo, nos lleva a la verdad, nos lleva a conocer aún mas de El (cosa que en el mundo jamás podremos aprender), trae convencimiento de pecado, entendimiento de la justicia de Dios, habla el corazón del Padre y anuncia las cosas que están por venir. Aun por medio del Espíritu hay transferencia o intercambio: recibimos todo lo de Jesús.
Para entender un poco más acerca de cómo aprovechar de los beneficios de la Ola del Espíritu, miremos al surfista, el cual sueña y tiene como meta llegar a montar y permanecer en la ola más grande que pueda encontrar. Si vemos esta dinámica, primeramente la mayoría de surfistas están de acuerdo en que la madrugada es la mejor hora para procurar un oleaje imponente...cada uno se prepara con su tabla de surfear y nada fuerte hasta posicionarse para estar listo para cuando venga la ola... aquí es donde se requiere el mayor acopio de paciencia, por cuanto no todo movimiento de ola representa una ola importante ni apta para montar. EL surfista aprende a leer el ritmo del agua y las formaciones de olas hasta que descubre como son las olas grandes.
Cuando al fin encuentra una y decide montarla, comienza a perseguirla hasta que finalmente logra pararse en la tabla y montarla hasta llegar a la orilla de la playa.. Los mejores surfistas te dirán que mientras más grande es la ola, más largo será el tiempo para aprovecharla...es impresionante las similitudes que tiene un surfista natural con uno que procura la ola de Dios... procura montarse y dejarse llevar a lugares y dimensiones más profundos...persigue y anhela sumergirse en esa ola Celestial que transformara su misma existencia y lo llevara a experimentar Su Verdad y Su Justicia, le hará conocerle mejor y amplificara su vida de búsqueda en la oración y la adoración.
La Ola del Espíritu desata el movimiento de milagros y prodigios en tu vida. Te lleva a ver lo invisible y a vivir lo imposible. Es una dimensión poderosa y a su vez accesible en Dios.